Si te sentís agobiada sobre cuándo tu bebé va a empezar a dormir toda la noche, si estás agotada, si querés que se vaya de tu cama ya, mi experiencia te puede ayudar. No es un manual, no está basada en grandes teorías de nada, sino que intento al contarte cómo fue para esta familia el proceso, que encuentres palabras que te sirvan y otra visión sobre un asunto más que importante.

Dicho esto, te cuento que nuestro cuarto era muy justo, lo único que entraba al lado de nuestra cama era una cuna colecho, compramos una hermoooosa, el primer mes de Julián, su cuna estaba de adorno y dormía pegadito a mi cuello. Luego fuimos ganando confianza y lo ponía un ratito en su cunita y otro ratito piel con piel. Recuerdo todas las etapas con muuucho amor, aún las más difíciles, esa era especialmente complicada por la cantidad de veces que me despertaba a darle la teta, porque nunca pude darle y seguir durmiendo como algunas amigas. No, siempre me despertaba, me incorporaba, lo agarraba le daba teta y volvía a dejarlo y a dormir. Agotador. Así estuvimos creo que como hasta el año.

Decidimos volver a confiar en Manojo, para que nos realice esta vez la cama casita (ya nos habían hecho la cuna colecho), pensando que con el simple hecho de tener su cama, empezaría a dormir en su cuarto, ilusos! No lo queríamos sacar del cuarto por convicción sino por necesidad, en la cuna colecho ya entraba bastante justo y otro tipo de cuna o cama más grande pegada a la nuestra de dos plazas, no entraba! Y dormir los 3 en la cama grande toda la noche era un sufrimiento. Por eso digo, no nos casamos con ninguna teoría y creo que eso ayuda siempre a vivir todo con menos culpa, mi intención era colechar hasta que se fuera de casa jaja, pero la realidad es que no nos estaba sirviendo y estábamos forzando algo que no nos resultaba.

Así que con Cama Casita Montessori de Manojo (el tamaño chiquito), empezamos el proceso de ponerlo ahí para dormir sus siestas y quedarnos con él cerquita, no funcionó para dormir en la noche, seguíamos durmiendo juntxs, pero si creo que fue fundamental para que comenzara a sentir que su cuarto no era sólo para jugar, sino también para dormir.

Sabíamos que no lo queríamos forzar, pero sí ayudarlo con la rutina, o el ambiente preparado para él.

Así seguimos entre idas y vueltas hasta cerca de los 2 años, cuando mi hermano se mudó y le sobraba un colchón de una plaza, así que nos preguntó si lo queríamos le dijimos que sí, y lo pusimos en el cuarto de Julián justo al lado de la cama casita.

Fue mágico, le fuimos contando que venía una camita nueva para él, compramos sábanas lindas, colcha linda, y después de darle teta en el sillón del living un día, lo dejé ahí por la noche. Y durmió!

Ahora que nos mudamos, a mi cuñada le sobraba un sommier de una plaza y media, y también nos lo regaló así que es donde duerme ahora y es lo máaaaaaximo, porque está super cómo dumiendo ahí, y a veces se despierta de noche y nos llama, y alguno de los dos se cambia a dormir con él y sigue durmiendo. Pero es super cómoda la cama para ser 2 o 3 incluso. Lo que no quiso es volver a nuestra cama, yo lo interpreto como algo bueno porque de vez en cuando sí quiere dormir acompañado, pero en su cama, y lo puede expresar claramente, cuando quiere, cuando no quiere y donde. Eso me pone feliz, y me hace valorar los 2 años que dormimos poco.

Mis conclusiones de este proceso y de otros que fui viendo de otras familias amigas:

Y por aquí termina esta historia, todavía Julián no duerme 8 horas seguidas, pero descansamos y eso es lo más importante. Encontramos nuestra forma, la que mejor le queda a esta familia, espero de corazón que si la estás precisando encuentres la tuya. Y si precisás ayuda, además de alguna amiga, o incluso yo, hay MUCHAS asesoras de lactancia y de crianza que te pueden ayudar en este proceso, el de encontrar tu propio equilibrio.

Te mando un beso giganteeee y me encantaría conocer sus experiencias!